La iglesia y el software libre.

Hay razones generales por las que todos los usuarios de computadoras deberían empeñarse en usar software libre; ya que este le da a los usuarios la libertad de controlar sus propias computadoras - con el software privativo (1) la computadora hace lo que el programador quiere que haga, no lo que usted desea-. El software libre también les da a los usuarios la libertad de cooperar unos con otros y llevar una vida honrada dentro de su comunidad. Estas razones son aplicables tanto para las iglesias en general como para las personas en particular.
A mi criterio, las actividades eclesiásticas tienen que desarrollarse únicamente con software libre, por los siguientes motivos: En primer lugar supone un ahorro económico.
El software libre le da a las iglesias, al igual que a cualquier otro usuario, la libertad de copiar y redistribuir el software, por lo que pueden hacer copias para todas las computadoras que tengan. En los países pobres esto ayuda a reducir la brecha digital.
Esta razón obvia, si bien importante en términos prácticos, es más bien superficial. Un ejemplo claro lo encontramos en las escuelas, los autores de software privativo dan copias que luego engañan, y después de estas ofertas puede que tengan que acabar pagando las actualizaciones u otros complementos.
Ahora veamos otras razones más profundas. Las iglesias tienen una misión espiritual y social: primero llevar el evangelio y luego enseñar a las personas ser ciudadanos conformes al corazón de Dios, a ser personas fuertes, capaces, independientes, solidarias y libres. Para ellos se debe promover el uso de software libre al igual que se promueve la libertad espiritual. Si en las iglesias se aplica y se enseña el uso del mismo, las personas tenderán a utilizarlo también en sus casas o en el trabajo. Esto ayudará a que la sociedad, en su conjunto se libere del dominio (y abuso) de las megas corporaciones.
Lo que las iglesias deben rechazar es la enseñanza y la dependencia de dichas empresas. Las grandes corporaciones ofrecen muestras gratuitas, por la misma razón que las compañías tabaqueras distribuyen cigarrillos gratuitos a los menores: para convertirlos en adictos.
El software libre les da a las personas la oportunidad de aprender cómo funciona el mismo. El software privativo rechaza esa sed de sabiduría y les dice: «El conocimiento que buscan es secreto, ¡está prohibido aprender!». Al contrario, el software libre anima a todos a aprender.
La razón más profunda para utilizar software libre en las iglesias es los fundamentos morales.
Me encuentro con varios de usuarios e instituciones eclesiásticas que tienen programas privativos no pagos es decir copias ilegales “truchos”. Esto bien sabemos es quebrantar una ley en nuestro país y está penalizado.
Espero que las congregaciones enseñen y, sobre todo, utilicen software libre por la misión fundamental de formar buenos cristianos y buenos ciudadanos, lo que incluye el hábito de ayudar a los demás y no infligir las leyes. Por supuesto, las iglesias deben practicar lo que predican: todo el software instalado en la iglesia debe estar disponible para que las personas lo copien, se lo lleven a casa y lo redistribuyan con total libertad. Enseñar a las personas a utilizar software libre y a participar en la comunidad del mismo es una lección cívica llevada a la práctica. También enseñar que el modelo a imitar es el del servicio público y no el de los grandes magnates.




(1)Software Privativo: Se conoce como software privativo a los programas informáticos amparados bajo licencias que reservan algunos o todos los derechos de uso, copia, modificación y distribución para el fabricante, quien previo pago de una regalía concede el uso de una copia ejecutable del programa al titular de la licencia. El usuario no es dueño del software que está funcionando en su computador, el propietario sigue siendo el fabricante y no faculta al usuario a realizar ninguna modificación en él, ni a tampoco estudiarlo por ninguna vía para determinar cómo realiza sus funciones. Asimismo, el usuario tiene prohibida la divulgación por cualquier medio de fallos que descubriese en el programa. E incluso, algunas licencias impiden al comprador la transferencia de la titularidad a un tercero.
Las licencias del software privativo implican la pérdida absoluta de control de parte del usuario, quien se convierte en un dependiente del fabricante del software, el único que puede modificar el programa para solventar errores y fallas de seguridad, siempre en los plazos que estime convenientes, de forma unilateral.



En el medio digital es un programa de televisión transmitido por Canal Encuentro.

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